TEATRO CALDERON, S.O. SEMINCI, Historia,
Ó Una ficción sobre los comienzos del cine en los albores del siglo XX trasladados a un país imaginario de Oriente. Una oda al cine a partir de la peripecia del pionero francés Gabriel Veyre, operador de los Hermanos Lumiere. “Para llegar a la verdad hay que mentir un poco, toda biografía tiene algo de ficción y la ficción un poco de verdad”, dijo Rebollo, a quien no permitieron rodar en Fez porque “no se podía tolerar una ficción sobre el sultán”, y tuvo que adaptar todo para poder rodar de urgencia en Túnez, en las muy usadas en cine, viviendas trogloditas. Recalcó la valía humana de todo el elenco “Para hacer cine hay que ser buenas personas, no hay que ser como Kubrik; el amor es lo mas importante en el cine y en la vida”.
La historia cuenta que Veyre recibe la invitación del sultán del país de Nour para que le muestre los secretos del nuevo entretenimiento, el cine. Rebollo parte del archivo fotográfico del propio Veyre. Rodada en francés con Pilar Perez de Ayala, la fábula se detiene en el asombro por las cámaras, el aprendizaje de los rudimentos ópticos y la reflexión en torno a la luz. Mezcla el blanco y negro antiguo de archivo con el color actual. Chaplin, Keaton, o Melies atraviesan el montaje en algún momento. También ironiza sobre el “negocio” del cine.